UN AMIGO EN EL RECUERDO, CARLOS LEÓN
En la tarde de ayer me rompió el alma un sms de Paqui Olías, directora del CEP de Alcalá de Guadaíra, en él me llegaba la confirmación de algo que sabíamos que ocurriría en cualquier momento, la muerte de Carlos León Bravo. El mensaje era categórico "Nuestro querido Carlos estará en nuestro corazón. Se incineró el 31". No pude ni quise reprimir las lágrimas, el recuerdo de los muchos momentos pasados juntos me hizo llorar de rabia por la desaparición de un buen amigo e, inmediatamente, pensé que la mejor manera de no olvidarlo era escibir sobre las vivencias que tengo de él.
Nos conocimos en los comienzos del CEP allá por el año 1986. Yo llegué desde mi pueblo al Centro de Recursos de Carmona que se incorporó al propio CEP en ese año y en ese proceso de puesta en marcha de la institución fue el modo de conocerlo, en su mundo habitual, el trabajo. En aquellos momentos de ilusión por la formación del profesorado, después del gran impulso que habían supuesto los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRPs) en toda España y en Andalucía concretamente, se ponía en marcha un proceso de institucionalización de la formación del profesorado, que tenía varias patas y entre otras, una de ellas, era gente ligada a esos MRPs y sus Escuelas de Verano (aquí se puede ver un buen análisis de estos movimientos). Y Carlos era de esa pata, aunque su pensamiento y acción anarquista, o digamos ácrata, siempre le llevo a la acción inmediata, al hacer, al trabajar por lo que creía y por lo que debía hacer, ya fuera en su colegio o en el CEP. Durante años Carlos se convirtió en un "misionero con boina" recorrió toda la comarca, desde Guadajoz hasta Dos Hermanas, desde Alcalá hasta Osuna, Morón, Marchena, Paradas, Mairena o El Viso del Alcor, Carmona, Lora del Río o el mismo Arahal en donde por ejemplo podemos encontrar un reconocimiento a su labor por parte de un grupo de profesores y profesoras de la localidad. Fue el portavoz del CEP en cada uno de los colegios donde estuvo, que es tanto como decir en todos, porque esa era su labor diaria, la dinamización de los centros y de los grupos de trabajo o seminarios permanentes.
Más tarde ya concretó su trabajo a un espacio mas reducido, pero no menos inmenso, la Educación Infantil o Preescolar y en la práctica psicomotriz de la mano de su maestro Bernard Aucouturier y en la puesta en marcha de un sinnúmero de aulas de psicomotricidad por todos los lugares que le dejaban.
En los procesos que ha habido de reforma de los CEPs llegó el personal asesor, como medida de calidad de la formación del profesorado, trabajo que venía haciendo Carlos desde el primer momento de su presencia en el CEP; pero él no daba el perfil establecido, luchó por quedarse pero la maquinaria administrativa venció y se volvió a su centro, el CEIP El Palmarillo de Dos Hermanas. Durante esa época nuestros trabajos se distanciaron, porque yo desde el año 1990 hasta el 1997 estuve trabajando en la Consejería de Educación y Ciencia al frente del Subprograma de Nuevas Tecnologías, pero siempre lo tuve presente como uno de mis amigos, además de colega y cada vez que nos encontrábamos nos fundíamos en el abrazo cariñoso de un "León" afable y muy poco "Bravo".
Pasada aquella época, nos volvemos a encontrar, de nuevo en el CEP, después de mi reincorporación, pero él ya estaba herido de muerte, jubilado por la maldita enfermedad que se lo ha llevado, pero con unas ganas tremendas, como siempre, de trabajar, de estar ocupado. Encontró en el CEP, de nuevo, un lugar donde vaciarse en la medida de sus fuerzas y otra vez volvió a dar impulso a su vida, que junto a la llegada de su nieto, le daba ánimos donde no los tenía. Sus entradas y salidas en el hospital no le limaban la entereza en su trabajo, solo le hacía modificarlo. En su última epóca del CEP estuvo organizando la biblioteca de manera que aquel lugar se convirtiera en un lugar más accesible para todo el profesorado. Siempre y hasta el último momento trabajando.
Querido Carlos, como siempre, aunque sea en el recuerdo, un abrazo y un beso. Te quiero.